El hundimiento de la reforma a la salud del presidente Gustavo Petro desató una fuerte reacción del ministro del Interior, Armando Benedetti. Minutos antes de la votación en la Comisión Séptima del Senado, el funcionario calificó la decisión como “una vulgaridad” y acusó a los congresistas de actuar de manera “baja, cochina y rastrera”. Sus palabras reflejaron la tensión que rodeó el debate y la frustración del Gobierno frente a la derrota de su proyecto más ambicioso en materia sanitaria.
Benedetti denunció que el Congreso esperó hasta el último día para archivar la iniciativa, con el objetivo de impedir que pudiera ser revivida en plenaria, como ocurrió con la reforma laboral. “Han jugado con la salud de los colombianos de una forma cochina y barata”, escribió en su cuenta de X, dejando claro que considera la decisión un golpe político contra el Ejecutivo y un retroceso para el sistema de salud.
La reforma buscaba eliminar la intermediación de las EPS y que los recursos fueran girados directamente del Estado a clínicas y hospitales, garantizando un modelo mayoritariamente público. Sin embargo, la falta de mayorías y el rechazo de partidos opositores e independientes terminó por sepultar el proyecto, que ya había sido derrotado en intentos anteriores.
