El representante a la Cámara por el Pacto Histórico, Agmeth Escaf, radicó el Proyecto de Ley 273 de 2025 para declarar la arepa de huevo de Luruaco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. La propuesta busca institucionalizar el tradicional Festival de la Arepa de Huevo, celebrado cada junio en el municipio de Luruaco, Atlántico, exaltando el oficio de las matronas que han preservado esta receta por generaciones. “Desde el Congreso radiqué el proyecto para que la arepa e’ huevo de Luruaco sea reconocida y cada junio celebremos su festival en grande”, afirmó Escaf en sus redes.
Pero el anuncio, lejos de despertar orgullo nacional, desató una tormenta de críticas en redes sociales. Usuarios lo tildaron de “paquetón”, “irrelevante” y “desconectado de la realidad”, cuestionando que mientras el país enfrenta crisis institucional, pobreza y violencia, el Congreso se ocupe de frituras. Figuras como el concejal Daniel Briceño y la periodista Laura Ardila señalaron que el legislador debería priorizar reformas estructurales y no recetas populares. La indignación se viralizó con memes, parodias y titulares que ridiculizan la iniciativa como un símbolo del desgobierno.
Escaf, ex presentador de televisión, respondió con tono airado: “Nunca se han comido una arepa de huevo de Luruaco, ni conocen el sacrificio de las grandes matronas que crían a sus hijos con este oficio”. También recordó que ha radicado proyectos para dignificar la contratación por prestación de servicios, aunque ninguno ha tenido el eco mediático de su propuesta gastronómica. Para él, esta ley reivindica la economía popular y la cultura caribeña, aunque para muchos colombianos, representa una desconexión alarmante entre el Congreso y las urgencias del país.
La iniciativa pone en evidencia una paradoja institucional: mientras se legisla sobre fritos, se aplazan debates sobre salud, educación y justicia. En otro país serio, este tipo de gestos simbólicos no serían excusa para el olvido legislativo.