La inconformidad de comunidades indígenas con el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha escalado en las últimas semanas. Líderes del pueblo Wayuu han calificado su administración como “el peor gobierno que existe en estos momentos”, acusándolo de haberlos utilizado durante la campaña presidencial y luego darles la espalda. Según denuncias públicas, miembros de esta comunidad fueron movilizados para apoyar actos políticos en otras ciudades, pero hoy se sienten abandonados y traicionados por el incumplimiento de promesas relacionadas con salud, agua potable, educación y autonomía territorial.
Los arhuacos denunciaron que el Gobierno ha desconocido la Sentencia SU-419 de 2024, que garantiza su autonomía en procesos de gobernabilidad, y que ha adelantado reuniones sin la participación de sus autoridades legítimas. Ambas comunidades coinciden en señalar el incumplimiento de acuerdos pactados con el Ejecutivo.
En el caso de los Wayuu, la Procuraduría General de la Nación abrió una investigación contra más de 40 funcionarios del Gobierno Petro por presuntas vulneraciones a sus derechos fundamentales, especialmente en temas de acceso a agua, alimentación y salud. Mientras tanto, los arhuacos insisten en que el Estado debe respetar sus estructuras tradicionales y no imponer decisiones que fracturan su unidad espiritual y política.