En medio del calor político que se vivió en el parque Murillo Toro, la representante llanera Lina Garrido soltó una bomba que tiene a más de uno con los pelos de punta. Según la congresista, la multitud que se reunió para respaldar al presidente Gustavo Petro no llegó por puro entusiasmo, sino que habría sido movilizada con ayuda de 600 buses con plata del Estado.
Garrido asegura que esos vehículos no fueron contratados por iniciativa ciudadana, sino que se habrían pagado con recursos públicos, lo que levanta serias dudas sobre el uso de dineros oficiales para fines políticos. Pero eso no fue todo. También denunció que empleados de entidades públicas habrían sido presionados para asistir, y que en instituciones como el Sena se habrían suspendido actividades para facilitar la participación.
Como si fuera poco, la representante señaló que el evento no solo sirvió para mostrar músculo político, sino que también habría funcionado como vitrina para el ministro Jaramillo, quien según ella aprovechó el escenario para proyectarse ante la gente.