El ministro del Interior, Armando Benedetti, aclaró la controversia sobre el rol de Verónica Alcocer como primera dama, luego de que el presidente Gustavo Petro revelara públicamente que está separado de ella “desde hace años”. Benedetti fue enfático en que, pese a la separación, Alcocer sigue legalmente casada con el mandatario, lo que le permite ejercer funciones protocolares como asistir a eventos oficiales o representar al país en el exterior.
La aclaración surge en medio de especulaciones sobre el papel institucional de Alcocer, quien ha mantenido presencia activa en actos públicos y giras internacionales. Según Benedetti, “no se trata de rumores, sino de un asunto jurídico y formal”: mientras no exista un divorcio legal, la figura de primera dama sigue vigente. Esta precisión busca frenar cuestionamientos sobre la legitimidad de sus apariciones oficiales y su rol en la agenda presidencial.
El presidente Petro, por su parte, ha defendido a Alcocer ante críticas políticas, señalando que ha sido objeto de ataques injustificados por parte de sectores opositores. Aunque la separación ha sido reconocida públicamente, no hay constancia de un proceso de divorcio, lo que mantiene intacto el vínculo legal entre ambos. En este contexto, la continuidad de Alcocer como primera dama se sostiene en la formalidad jurídica, más allá de la situación personal de la pareja.