Patricia Teherán, recordada como la “Diosa del Vallenato”, marcó un antes y un después en la música vallenata. Su voz poderosa y su estilo único abrieron camino para que las mujeres se hicieran sentir en un género dominado por hombres. Aunque su partida fue prematura, dejó un legado que aún hoy inspira y se convierte en punto de comparación con las nuevas generaciones de cantantes femeninas.
En la actualidad, nombres como Ana del Castillo, Natalia Curvelo y Karen Lizarazo han ido ganando espacio en la escena vallenata. Ana, con su energía y estilo atrevido, se ha convertido en una figura que genera conversación en cada concierto; Natalia, con su voz fresca y carisma, ha logrado conectar con un público joven; y Karen, con disciplina y constancia, ha consolidado su carrera con presentaciones en grandes escenarios. Cada una, a su manera, busca dejar huella en un género que exige talento y resistencia.
La comparación surge porque Patricia fue la primera en abrir esa puerta y demostrar que las mujeres podían brillar en el vallenato. Hoy, las nuevas voces siguen ese camino, enfrentando críticas, aplausos y retos propios de la industria musical. La pregunta que ronda en redes y entre los seguidores es si alguna logrará superar el impacto de Teherán, aunque lo cierto es que todas, con estilos distintos, están escribiendo su propia historia en el vallenato actual.
