Un equipo de científicos ha hecho un descubrimiento asombroso en la constelación de Aquila, situada a 10.000 años luz de la Tierra: una inmensa nube molecular compuesta de alcohol etílico.
Esta colosal nube, con un tamaño 1.000 veces mayor que nuestro sistema solar, contiene alrededor de 400 billones de billones de litros de este compuesto.
Aunque esta cantidad de alcohol no es apta para el consumo humano, los investigadores han calculado que sería suficiente para proveer 300.000 pintas diarias durante mil millones de años. Sin embargo, más allá de su magnitud, esta nube representa una pista crucial en el estudio de la formación de moléculas orgánicas en el espacio.
El estudio de estas nubes puede ofrecer valiosa información sobre cómo surgió la vida en la Tierra y en otros planetas.
Este hallazgo refuerza la teoría de que los ingredientes básicos de la vida están presentes en las profundidades del universo, acercándonos un paso más a resolver el misterio del origen de la vida en el cosmos.
Es de resaltar que, este es un descubrimiento fascinante que invita a explorar más allá de nuestro planeta y desentrañar los secretos del universo.