Este pasado jueves, 22 de agosto, la finca Nuevo México, propiedad del polémico excongresista Musa Besaile Fayad, pasó a manos de campesinos del departamento de Córdoba.
Para muchos, la decisión que tomó el presidente Gustavo Petro fue una sorpresa, pues en un inició parecía haber un apoyo mutuo entre el mandatario colombiano y el excongresista, sin embargo, parece que eso quedó en el olvido un par de meses después.
Quien se encargó de hacer la entrega fue la Sociedad de Activos Especiales (SAE), quien además entregó otros predios denominados Tucunare, Las Monitas, Maragón y Tengo Amores, que en conjunto suman más de 1.500 hectáreas.
Esta decisión la tomó el gobierno colombiano con el fin de mejorar la calidad de vida de los campesinos del sector y apoyarlos en el mejoramiento económico de la región sabanera.
Es de resaltar que, 497 de las más de 1.500 hectáreas eran de Besaile, quien actualmente está involucrado en el escándalo de Odebrecht. Por su parte, los otros predios que también están ubicados en el municipio de Sahagún, pertenecían a personas “relacionadas con delitos como: lavado de activos, narcotráfico y corrupción, entre otros”.