Desde ayer muchas personas por las redes sociales están matoneando a Borré

Desde ayer muchas personas por las redes sociales están matoneando a Borré

Por: Yasser Alvear

Hace poco se cumplió 30 años del Asesinado de Andrés Escobar y quiero dejar una humilde reflexión.

La muerte prematura del futbolista Andrés Escobar es un trágico recordatorio de las consecuencias devastadoras que la violencia, en este caso asociada al fanatismo y la presión en el deporte, puede tener en la vida de una persona. Andrés Escobar era un talentoso futbolista colombiano que perdió la vida a manos de la violencia luego de cometer un autogol durante la Copa del Mundo de 1994.

Esta dolorosa situación nos invita a reflexionar sobre la importancia de promover la paz, el respeto y la tolerancia en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el deporte. El hecho de que la pasión por un juego haya desencadenado un acto tan violento y trágico pone en evidencia cómo las emociones extremas pueden llevar a consecuencias irreparables.

Es fundamental recordar que detrás de cada atleta hay una persona con su trayectoria, sus sueños y su familia. La violencia nunca puede ser justificada, y debemos trabajar juntos para construir un mundo donde la vida sea valorada por encima de cualquier rivalidad deportiva o conflicto.

La muerte de Andrés Escobar también nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar y proteger a aquellos que están expuestos a situaciones de riesgo. Su legado debe servir como inspiración para promover la paz y la justicia en el deporte y en la sociedad en general.