En un anuncio sorprendente, el presidente Gustavo Petro ha declarado medidas contra todos los conductores de UBER y DIDI en Colombia, ordenando a la Secretaría de Movilidad la inmovilización inmediata de todos los vehículos que operan bajo estas plataformas de transporte. Esta medida ha generado una gran preocupación entre los trabajadores del sector, ya que se estima que aproximadamente 1.500.000 familias dependen económicamente de estas aplicaciones.
El presidente Petro ha dejado claro que los funcionarios encargados de implementar esta orden enfrentarán severas consecuencias, incluyendo multas de hasta 200 millones de pesos si no cumplen con la directriz. Esta decisión ha sido recibida con incredulidad y descontento por parte de quienes ven en estas plataformas una fuente vital de ingresos.
El gremio de UBER y DIDI, que fue uno de los sectores que más apoyo brindó a Petro durante su campaña presidencial, ahora se enfrenta a un futuro incierto. Las reacciones de los representantes de estos conductores no se han hecho esperar, y muchos se preguntan cómo el gobierno, que prometió apoyar a los trabajadores informales, puede tomar medidas tan drásticas que amenazan sus medios de vida.
La noticia ha desatado un amplio debate en las redes sociales y medios de comunicación, donde conductores y defensores de la economía colaborativa expresan su indignación y preocupación por las repercusiones de esta decisión. ¿Cómo responderá el gremio a esta ofensiva del gobierno? La situación sigue en desarrollo, y se espera que en los próximos días se intensifique el diálogo entre las partes involucradas.