José Antonio, un albañil de 49 años, no esperaba encontrar el amor en el sitio más inesperado: una obra de construcción, pero eso fue exactamente lo que sucedió cuando se enamoró perdidamente de Julio Castillo, su ayudante de obra de 27 años.
La historia de amor de esta pareja, ambos oriundos de Veracruz, México, inició cuando se convirtieron en compañeros de trabajo, las largas horas que pasaban juntos les dio la oportunidad de conocerse mejor. Fue ahí cuando se dieron cuenta que no eran felices en sus matrimonios, pues ambos estaban casados con mujeres, y empezaron a imaginar una vida juntos.
A pesar de las críticas, la pareja no dudó en dar el gran paso para formalizar la relación, por lo que decidieron divorciarse de sus respectivas esposas y se prometieron pasar el resto de la vida juntos en un matrimonio civil.