El Día sin Carro en Montería, seleccionado con el fin de mejorar los indicadores de ciudad sostenible, se desarrolla en medio del abuso de los taxistas y de tarifas por encima de lo normal.
Hoy dejaron de circular cerca de 80 mil carros particulares y motocicletas en la capital monteriana y eso hizo que algunos taxistas creyeran que podían hacer su ‘agosto’. Efectivamente lo lograron, pues no hubo autoridad pendiente para que no abusaran de los usuarios.
Dentro de las quejas puestas señalaron por ejemplo que el taxi UQC 968 se daba el lujo de bajar a los pasajeros cuando estos informaban para qué sitio iba, mientras que otros cobraban el valor de 10 mil pesos desde el norte de la ciudad hasta la margen izquierda.
Varios ciudadanos coincidieron en señalar que el alcalde de la ciudad, Marcos Daniel Pineda, se había dedicado a ‘pantallar’ en una bicicleta desde el norte de Montería hasta la Alcaldía y que las autoridades de tránsito diseñaron otras actividades lúdicas que los mantuvieron ocupados en sitios específicos del centro de Montería, mientras que dejaron a los usuarios del transporte público a merced de los taxistas especuladores.
Pese a que las empresas dieron números telefónicos para que instauraran las quejas correspondientes, estos no eran respondidos cuando la comunidad quería alertar sobre los atropellos de los que fueron víctimas.
Tampoco hubo un plan de contingencia para las horas pico porque en las centrales de taxi no respondían el teléfono de servicio y en algunos casos demoraban hasta una hora para enviar los vehículos solicitados.