Los integrantes de los carteles de la corrupción, los que tienen procesos pendientes con la Fiscalía y los investigados tienen un lugar común: todos están apoyando la candidatura de Germán Vargas en el departamento de Córdoba.
Dentro de ese listado figuran entre otros, el grupo político del alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, y los excongesistas Musa Besaile, Bernardo Elías y Zulema Jattin.
Así quedó evidenciado en la reunión que se llevó a cabo en el hotel GHL de Montería, convocada por Adolfo Pineda, en la que estuvieron varios congresistas y dirigentes políticos.
La familia Pineda García empezó a recoger firmas para la inscripción de la candidatura de Vargas, cuando aún la colectividad no había tomado ninguna decisión al respecto. En la reunión estuvo la congresista Nora García.
Como se recordará, el hermano del alcalde, Adolfo Pineda, fue designado coordinador de la campaña de Vargas en Córdoba, hecho que generó molestia entre los dirigentes políticos, quienes apelaban a la falta de experiencia del joven y a la poca capacidad para generar consenso.
En ese momento se rumoró que ese apoyo hacía parte de un acuerdo suscrito por ‘debajo de la mesa’ para que la Fiscalía no le ‘hiciera tan duro’ al alcalde de Montería, quien estuvo detenido por presunto fraude en el proceso de remodelación del coliseo Miguel Happy Lora de Montería.
La misma candidata vicepresidencial, Claudia López, le dijo a Vargas que él tenía a la Fiscalía como mecanismo de presión para lograr los apoyos que se necesitan para llegar al primer cargo nacional.
La lista sigue con Musa Besaile y Bernardo Ñoño Elìas, ambos presos en Bogotá por su evidente participación en casos de corrupción. En representación de esos movimientos estuvieron el diputado José Hugo Restán y Eduardo Tous de la Ossa.
Besaile, quien logró la mayor votación en Córdoba en el partido de la U y una de las más importantes a nivel nacional, está investigado por haber pagado sobornos a la justicia para que le engavetaran una investigación en su contra por paramilitarismo.
También ha sido mencionado como uno de los cerebros para el robispicio de las finanzas del departamento de Córdoba, a través del cartel de la hemofilia, pues el mismo exgobernador Alejandro Lyons declaró que debían pagarle el 50 por ciento del valor de las coimas.
Otro que apoya a Vargas en Córdoba es el Ñoño Elìas, preso por haber servido de enlace para que la multinacional Odebrecht pagara millonarias sumas a varios congresistas, a varias campañas y a varios contratistas.
Este apoyo se hizo extraño porque el grupo había dicho en un comunicado oficial que a la última persona que apoyarían en esta contienda sería a Vargas Lleras.
Estos dos últimos bajaron en forma considerable la votación en Córdoba, pero aún conservan un potencial electoral importante. Sin embargo, las bases han señalado que no están dispuestos a apoyar a Vargas, pues no comparten sus ideas.
Aunque parezca descabellado decirlo, el tema del coscorrón aún no ha sido olvidado en esta sección del país, pues justo ocurrió en el municipio de Ciénaga de Oro en una de las visitas que hizo en el marco de sus inicios de campaña.
Esa actitud lo ha hecho ver como un hombre arrogante y prepotente, además de malgeniado y llevado de su parecer.
El apoyo de los corruptos a la candidatura de Vargas, parece importarle poco, pues lo importante para el exvicepresidente es que le endosen los votos para poder entrar en la pelea.
En este listado figura también la excongresista Zulema Jattin y su electo representante a la Cámara, Jorge Burgos, más conocido como El Titi, quien se ha tomado fotos con líderes en varios municipios para hacer creer que está en plena campaña.
Zulema también forma parte de la lista que tiene cuentas pendientes con la Fiscalía, pues su hermano es investigado por presuntos manejos irregulares en el contrato de educación para alumnos fantasmas en el municipio de Lorica.
En la misma reunión que se realizó en Montería estuvo Gabriel Calle de Moya, padre del electo representante Andrés Calle, miembro del partido Liberal, quien se inclinó por Vargas, desconociendo las directrices de la colectividad de su hijo de apoyar a Humberto de la Calle.