Por: Héctor A. Enríquez López
Twitter: @HectorEnriquezL
¡Sí, sí Colombia, sí, sí Caribe! Vuelve la fiebre amarilla, esa que nos contagia fecha a fecha en la Eliminatoria al Mundial de fútbol, esa virosis que nos invade y que cada vez que nos “curamos”, vociferamos que no volveremos a permitir que ingrese en nuestros cuerpos esta extraña e ingrata, pero siempre presente ansiedad, ¡vuelve a jugar el equipo “cafetero”!
Han habido alguna serie de sorpresas en la convocatoria, no es novedad que el profesor Pékerman nos acostumbre a sacar alguno de los favoritos en los pronósticos o a convocar a alguien no previsto por ningún “vidente futbolero”, a continuación presento cuatro factores relevantes de esta convocatoria para la fecha 13 (listo cuatro porque es el número de goles que considero debe marcar el equipo en Barranquilla).
- La ausencia de Jeison Murillo. Sinceramente me sorprendió demasiado el no contar con el defensor en esta doble fecha eliminatoria, Jeison viene en alza en su nivel en el Inter de Milán, algunos equipos importantes en Europa han manifestado que lo desean para la temporada siguiente, pero curiosamente el profe Pékerman no lo desea en esta oportunidad, primer “palo” en la convocatoria.
- El llamado a Luis Quiñones. El caleño ha estado algunas veces en los planes del cuerpo técnico tricolor, pero no es uno de los frecuentes. Me sorprende su convocatoria pues hay algunos jugadores en mejor nivel. Posiblemente sea un “arma” para jugar en Quito, esto debido a que el deportista juega fútbol en una altura de 2550 metros, la cual es la misma altura de la capital del Ecuador.
- La presencia de Duván Zapata. El vallecaucano es el “primíparo” en el equipo, a pesar de no haber estado antes en la selección, es un delantero de muchos pergaminos y tiene con qué responder en caso de ser tenido en cuenta, muy positiva su convocatoria.
- Tres marcadores de punta por izquierda. Es inexplicable la convocatoria de tres laterales izquierdos Farid Díaz, Frank Fabra y Pablo Armero; el cual llevaba mucho tiempo de ausencia en el equipo nacional y solo ha jugado tres partidos en el Bahía de Brasil, ¿es eso suficiente para regresar a la selección? Sorpresa tremenda la de “don José” en este movimiento.
Deseo hacer énfasis en un tema importante, la amnesia de nuestro entrenador y en general de nosotros mismos como ciudadanos. El señor Pablo Armero, después de disputar únicamente tres partidos con su actual club y diez meses después de golpear a su pareja en un evento que lo llevó incluso a la cárcel, ha vuelto a ser convocado.
Vivimos en un país tan acomodado y tan acostumbrado al maltrato y a la violencia que este tipo de hechos son perfectamente aceptados por la sociedad, una sociedad sedienta de éxitos pero enferma por los abusos, una sociedad que idolatra al popular “Miñía” pero juzga drásticamente al otrora seleccionador nacional “Bolillo” Gómez. No defiendo a “Bolillo”, pero si uno de los dos protagonistas de esta reflexión es perdonado y premiado socialmente, el otro debería recibir el mismo trato. Somos un pueblo que sufre de amnesia selectiva, grave problema.
El señor Armero ha sido premiado, ¿dónde queda el respeto a las personas, a la sociedad y a las mujeres colombianas? Señor Armero, al menos sea decente y así como sale a bailar en cámaras cada vez que juega (ahora en notas de prensa porque poco ha jugado), muestre arrepentimiento y pida perdón a este país violento y morrongo que tiene diferente rasero para medir a sus ciudadanos por los mismos actos.
Usted no debió ser convocado al equipo nacional porque usted es un claro ejemplo de violencia, pero como lo convocaron, salga a una cámara pública y ofrezca disculpas a la sociedad amnésica a la que embelesa con sus danzas y coreografías, esa sociedad que parece perdonar todo en nombre de la “fiebre amarilla” o mejor, la “amnesia amarilla”. #NoMásViolenciaEnElFútbol.