De acuerdo con el denominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una organización no gubernamental que monitorea el conflicto sirio, al menos 12 personas murieron en el ataque, la mayoría de ellas eran conductores de camiones de esa caravana.
Por su parte, el enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, manifestó su enojo con lo sucedido, advirtiendo que “nuestra indignación ante este ataque es enorme” y que el convoy era el resultado de un largo proceso de autorización y preparativos para asistir a los civiles aislados.
