Continúan los escándalos en la División Mayor del Fútbol Colombiano, pues al mal momento deportivo que atraviesan a nivel internacional se han sumado varios sucesos en las últimas semanas, tales como la suspensión del reconocimiento deportivo al Cúcuta Deportivo y la amenaza de Boyacá Chicó de retirarse del campeonato.
Le puede interesar: MinDeporte suspende el reconocimiento deportivo al Cúcuta
Como si esto fuera poco, la cereza del pastel resultó siendo las denuncias realizadas por el máximo accionista del Chicó, Eduardo Pimentel, sobre supuestos casos de “arreglo de árbitros y de partidos”.
La polémica se suscitó luego que Pimentel, cuyo equipo está bajo presión por la amenaza del descenso, afirmara que, en una reunión de directivos el presidente del Once Caldas, Tulio Castrillón, amenazó a otros directivos con difundir chats privados en los que estaría una lista de equipos que han “arreglado árbitros y partidos”.
“Me encuentro declaraciones de Tulio Castrillón respondiendo a unos cuestionamientos que le hacían los presidentes de Jaguares, Patriotas y Santa Fe, respecto a unas amenazas que (Jaime) Pineda (dueño del Once Caldas) había hecho sobre ciertos miembros del fútbol colombiano. Tulio dijo: ‘Vengan, señores, si nos vamos a tirar, nos tiramos todos, tengo chats privados donde tengo escrito los equipos que arreglaron árbitros y partidos, yo ya voy de salida, no me importa nada’. ¿Dónde está la Fiscalía?”, dijo Pimentel en medios nacionales.
Por otra parte, Marca Colombia, indicó que las supuestas amenazas de Pineda fueron contra el presidente de Jaguares, Nelson Soto, que al parecer, fue citado por el dueño del Caldas a una reunión en Bogotá antes de la cual le preguntó si era necesario que llegara «armado».
Así las cosas, los problemas en la Dimayor se mantienen, a pesar del cambio que recientemente se dio en la presidencia, pues en septiembre de este año, al cargo llegó Fernando Jaramillo quien reemplazó a Jorge Vélez.