El pasado 8 de marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se llevaron a cabo manifestaciones en diversas ciudades de Colombia, incluyendo Bogotá, donde cientos de mujeres se movilizaron para exigir sus derechos. Sin embargo, la jornada en la capital se vio opacada por actos vandálicos protagonizados por algunas participantes, quienes prendieron fuego alrededor de la estatua de Luis Carlos Galán, ubicada en la Plaza del Concejo de Bogotá.
Lo que generó mayor polémica fue la reacción de Susana Muhamad, exministra de Ambiente, quien calificó estos actos como «bellísimos«. Sus palabras desataron una ola de críticas, especialmente desde sectores políticos. Una de las voces más contundentes fue la de la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien cuestionó a Muhamad a través de redes sociales: «¿Responderá o ayudará a limpiar los grafitis que hicieron las encapuchadas?».
La controversia no terminó ahí. Este lunes 10 de marzo, Cabal volvió a arremeter contra Muhamad, señalándola directamente: «Susana, ¿quién pagará por los daños que hicieron las feministas que usted organizó? Los colombianos estamos cansados de pagar la anarquía que promueven los que se hacen llamar ‘progresistas'».
El debate en torno a las manifestaciones y las declaraciones de Muhamad ha generado opiniones divididas en la opinión pública, mientras el país reflexiona sobre los límites entre la protesta social y los actos de vandalismo. La discusión sigue abierta, con posturas encontradas sobre cómo abordar estos temas en el marco de la lucha por los derechos de las mujeres.