Hace un año y medio Edwin Fabián Villamizar Buitrago saló de Bucaramanga hacia los Estados Unidos con muchos sueños e ilusiones.
Este hombre de 38 años se había radicado en la ciudad de Filadelfia, en el estado de Pensilvania, en donde trabajaba para una empresa transportadora y también prestaba sus servicios como conductor en una plataforma de transporte público.
“Se fue en busca de un mejor futuro, de oportunidades. Aquí se ganaba la vida como independiente en un negocio de frutos secos que tenía en el barrio Diamante Dos, y aunque se solventaba, él quería poder brindarle más a sus hijos y sus padres, quienes dependían económicamente de él”, manifestó su prima, Érika Villamizar Sierra.
Desde el país norteamericano, Villamizar Buitrago respondía por sus obligaciones económicas en Colombia, y día a día buscaba la forma de seguir creciendo.
Tras los distintos trámites adelantados ante las autoridades estadounidenses, a los hijos de Edwin Fabián, un joven de 19 años y una menor de 17 años, les habían aprobado las visas de turistas. Sin embargo, una tragedia impidió que ellos se volvieran a encontrar tras ser separados por la migración.
“Hace poco se les concedió la visa. Se compraron los tiquetes para ir a verlo el 26 de junio. Él se separó de la mamá de los niños, pero su rol de padre siempre lo desempeñó a totalidad, eran su vida y una de las razones por las que emigró”, añadió la familiar.
Villamizar Buitrago murió tres días antes de verse con sus hijos. “En la madrugada del domingo, 23 de junio, mientras trabajaba en esa plataforma de transporte, fue chocado por el lado del conductor por un vehículo robado. El impacto fue tan fuerte, que mi primo murió en el momento”, contó la prima del fallecido.
“El carro chocó a su vez con otro automóvil y los ocupantes de ese otro vehículo quedaron heridos. Los culpables de la muerte de mi primo habían robado el automotor y huyeron de la escena caminando”, relató.
Sumado a la dolorosa partida de Edwin Fabián, sus familiares afrontan un verdadero drama tras ahora no contar con los recursos suficientes para poder repatriar el cuerpo y darle cristiana sepultura en su tierra natal. Quienes deseen pueden comunicarse con ellos pueden hacerlo en el número celular 315 3142957.
Con información de Pulzo